Análisis e investigación de
la práctica docente propia
El sistema educativo de nuestro país
se ha caracterizado por una transformación lenta, pues uno de los más grandes
problemas ha sido siempre la negativa de los maestros hacia cualquier tipo de
cambio, todo debido al miedo que se le tiene a este.
Cuando los nuevos docentes llegan a
cualquier institución los maestros con mayor antigüedad se comportan a la defensiva
hacia ellos, todo debido a que se sienten desplazados por las nuevas
estrategias y formas de pensar de los jóvenes y buscan no dar la oportunidad de
ser “evidenciados” y entonces hacen valer su “derecho de antigüedad”, buscando
excluir en los más posible a estos compañeros.
De las categorías analíticas
presentadas por Lya Sañudo (Profesor, alumnos, contenido e interacción) es poco
lo que podemos decir que se analiza, pues muchos de nosotros tenemos la idea de
“enseñar como nos enseñaron”, lo cual es poco adecuado, pues según las leyes de
la dialéctica todo está en constante movimiento y no podemos dejar que el
proceso educativo se estanque únicamente porque no nos gusta el cambio.
En cuanto a las contradicciones que
se da al análisis del profesor es real, pues muchos maestros se rehúsan a
actualizarse, a menos que esto genere un beneficio económico y aun así hay
algunos que no quieren hacerlo con tal de no evaluarse o simplemente por no
trabajar más, y lo que es peor, después de estudiar no quiere cambiar su práctica
docente.
Los alumnos buscan únicamente salir
del problema inmediato que les genera la clase del día, por lo que utilizan
métodos de supervivencia (copiar, hacer trampa, etc.) aunque no sea lo más
adecuado y obviamente en un futuro más lejano les causará grandes dificultades
y es cuando comprenden su error.
El contenido está diseñado por lo
que creen las personas que no están frente al grupo, por lo que no se dan
cuenta a ciencia cierta qué es lo que realmente necesita el alumno y mucho
menos se dan cuenta de la heterogeneidad de cada una de los niños, sin
mencionar los intereses culturales de cada región, lo cual dificulta que la
educación sea servible para la vida cotidiana.
La interacción entre el maestro y
los alumnos es difícil, pues cuando el maestro les da confianza de mas los
niños tratan de aprovecharlo para trabajar lo menos posible, es por esto que el
docente debe de hacer valer su autoridad a como dé lugar y volvemos al clásico
modelo de emisor – receptor, lo cual propicia la consolidación de algunas
competencias, aunque impide el desarrollo de otras igual de importantes.
Todo lo descrito anteriormente nos lleva a una sola
conclusión, nuestra práctica docente está fallando y así, de manera segmentada
nos damos cuenta. Es necesario ponernos a analizar todo como un conjunto con el
fin de modificar los fallos, aprender de los errores y comenzar a hacer una
revolución educativa, pero ¿Cómo podemos lograr eso?
Siento que es por ahí donde deben comenzar las
autoridades educativas en las actualizaciones, antes que hablarnos de RIEB, TIC
o algún otro concepto educativo moderno nos pongan a analizar en colectivo lo
que estamos haciendo en nuestro trabajo, así aprenderemos unos de otros y
posiblemente se forme la conciencia de cambio en todos los maestros, sino, al
menos seremos capaces de unir fuerzas y ya no luchar solos contra el fantasma
de la ignorancia y estancamiento didáctico al que nos estamos enfrentando.
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