El
enfoque por competencias: de la teoría a la práctica
A
una corriente de pensamiento y acción generalizado hacia el cual nos dirigimos
como sociedad se le llama megatendencias, y en el caso de la educación este
concepto se aplica al enfoque por competencias. Aunado a esto tenemos que el
nuevo modelo de la educación mundial se viene dando desde los países Europeos
con su proyecto “tuning”, que trataba de hacer algo para afinar su proyecto
pedagógico a las nuevas tendencias globales y que sus estudiantes sean capaces
de adaptarse en cualquier país del mundo, no solo como sobrevivientes sino como
una parte productiva del sistema económico, político y social en el que se
encuentren.
Una
característica que llama la atención sobre estos planes es el lugar que le dan
al estudiante, convirtiéndolo en el centro de todo el proceso educativo,
dejando a los demás actores como facilitadores o ayudantes en la educación de
los niños, ellos son quienes dan la pauta al profesor para realizar su planeación
y sobre todo aplicarla.
La
propuesta educativa “tuning” trajo a América Latina y el Caribe una nueva forma
de concebir la docencia, llegando hasta la creación de un cuadro de
competencias básicas que fueron adecuadas por cada uno de los países y que fue
base para la Reforma integral de educación básica, la cual se sostiene en 3
pilares:
Ø Aprender a aprender (conocimientos)
Ø Aprender a hacer (habilidades)
Ø Aprender a ser (actitudes
-valores y virtudes)
Estos tres
ámbitos de la educación deberían dar por resultado una "educación para la
vida" promoviendo un desarrollo armónico de la personalidad.
A manera de discurso los tres tipos
de aprendizaje parecen darnos una educación integral, pero no estamos tomando
en cuenta uno más que propone la UNESCO “Aprender a convivir”.
La manera de pensar
de la sociedad actual se basa principalmente en el avance tecnológico y los
medios de comunicación, que existen en nuestro mundo, como parte activa de la
globalización y neoliberalismo, que como ya hemos dicho, anteriormente se ha
apoderado de cada rincón del planeta (para bien o para mal). La actual crisis
de valores en la que nos encontramos envueltos es debido a que el progreso científico
ha superado ampliamente a la didáctica, dándonos como resultado ser una comunidad
preparada en el manejo de nuevos aparatos, pero la forma en que utilizamos lo
que está a nuestro alcance es lo que está retrasando nuestro aprendizaje y para
prueba tenemos las siguientes situaciones:
Baja
lectura de comprensión: Cuando ingresamos a los buscadores de
internet es fácil obtener millones de respuestas y al obtener tal cantidad de
información no procesamos nada, únicamente copiamos, pegamos y terminamos sin
aprender casi nada.
Mal
uso de la tecnología: Al no tener juicio moral o capacidad de
clasificar la información muchos de nosotros hacemos uso inadecuado de la red visitando
páginas pornográficas o utilizando el anonimato para realizar acciones
consideradas como ilícitas por las leyes políticas o morales.
Las 2 situaciones solo son un
pequeño ejemplo de la necesidad de retomar la formación en valores considerando
a las personas que nos rodean, ya que algunos nos consideramos moralistas y
éticos, por estar bien con nuestra familia o amigos más cercanos, pero cuando
es turno de ayudar a algún desconocido solo atinamos a hacernos a un lado. Es
momento de ejercitar nuestro juicio moral, porque como mencionan algunos
autores de la talla de Silvia Schmelkes, no puede existir una educación de
calidad si no está inmersa en ella la educación valoral, al mismo tiempo que no
puede haber valores en una educación que no es de calidad.
Según lo fundamentado por UNICEF,
Schmelkes y sostenido por mí mismo, considero necesario forjar una estrategia
para retomar los valores humanos y que comencemos a actuar acorde a ellos, sin
peros ni manipulaciones.
Por lo dicho voy a retomar “los
dilemas morales” como una forma de “práctica” en el ejercicio del juicio moral
en los estudiantes con la intención de que poniéndose en el lugar de otras
personas comiencen a pensar en los demás, consolidando una educación basada en
los “4 saberes” para hacerla mas integral.
Después de todo las propuestas solo
son eso, propuestas y para llevarlas a la práctica es muy complicado, pues se
presenta un grave problema en cuanto a competencias adquiridas en la escuela
(lo erudito), lo que realmente van a utilizar a lo largo de la vida
(utilitario) y lo usado en el campo del trabajo (laboral), cosa que contradice
el concepto de “educación para la vida” y fracciona los saberes y competencias,
lo cual se debe a 3 dificultades principales en la aplicación del enfoque por
competencias:
Ø Las limitaciones de su empleo en el campo del
currículo
Ø La ausencia de una reflexión conceptual que
acompañe la generalización de una propuesta
Ø Dilucidar las aportaciones que el enfoque por
competencias ofrece frente a otras perspectivas
El trabajo que tenemos como docentes de educación
básica es dar las bases para que los niños sean realmente competentes frente a
los habitantes de cualquier parte del mundo y además de eso lo utilicen para el
bien de su nación y de la humanidad misma, adecuando en todo lo necesario lo
propuesto por tantas personas proponen en el enfoque por competencias, pero en
un primer momento debemos dejar de divagar y tener bien fijo lo que el termino
significa en sí mismo, de no ser así, nunca podremos avanzar enseñando con algo
que no conocemos.
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