martes, 13 de diciembre de 2011

Primeras reflexiones sobre mi práctica docente


Primeras reflexiones sobre mi práctica docente

Dentro de nuestra sociedad al maestro se le ha dado la concepción de un profesionista mas, al que se le exige el cumplimiento de obligaciones y resultados, sin ponernos a analizar el trabajo que implica el logro de estos propósitos.
Un profesor además de enseñar también debe ser capaz de concientizar a los jóvenes y proyectar confianza hacia sus educandos, de no ser así el proceso educativo no estará completo, es necesario que eduque de forma humanista, es decir, el “deber ser” siempre pasa a segundo término, después de las necesidades especificas de los integrantes de la comunidad educativa.
Debemos de empezar a mostrara a la sociedad que somos seres humanos iguales a ellos, para esto debemos acercarnos a las personas y expresar nuestras necesidades, brindando la comprensión que solo nuestro lado humano puede brindar, es decir, educar con tacto.
El maestro Mexicano se caracteriza por:
·         Ser un luchador social nato, capaz de enfrentarse a cualquier cosa con tal de defender los derechos humanos, basado en la razón y tolerancia.
·         Es un experto en su materia, se certifica y actualiza constantemente.
·         Es responsable en el cumplimiento de sus obligaciones y motiva a sus alumnos al trabajo (individual y en equipo), creando oportunidades y situaciones de aprendizaje.
·         Es capaz de superar las carencias materiales con su creatividad e innovación dentro y fuera del aula.
·         Es un líder, capaz de dirigir a cualquier grupo social o político en diversos proyectos para el bienestar de la educación.
·         Su compromiso hacia la sociedad es admirable, pues en ocasiones sacrifica su propia vida personal en pro de la docencia.
Es necesario mencionar que los profesores que poseen una verdadera vocación de servicio son lo que poseen las características anteriores, ya que (como en todos los trabajos) existen algunos que únicamente buscan aprovechar los beneficios económicos que otorga la profesión.
            Desde pequeño estuve muy ligado a la docencia, pues una parte considerable de mi familia se dedica a esta noble labor, por lo que estuve rodeado de maestros, cosa que me fue metiendo más el gusto hacia el magisterio.
            Cuando fui estudiante de secundaria y preparatoria me convertí en un problema para mis maestros, pues fui rebelde y flojo, llegando al extremo de ser expulsado de un bachillerato, el cual considero uno de los golpes más fuertes de mi vida, el cual me permitió darme cuenta del error que cometía al actuar así y de cómo nadie realizaría el trabajo que únicamente me beneficiaría a mí.
Después de recomponerme y comenzar el estudio desde el principio mi vocación como docente se hizo más fuerte y al ingresar a la Escuela Normal de San Marcos me acercaba más y más a la meta de mi vida.
Durante la estancia en la Normal comprendí que la docencia no es únicamente aprender y transmitir conocimientos, sino analizar y proporcionar las herramientas a los alumnos para que sean críticos, además de que hay que aprender a superar los problemas en lugar de buscar evitarlos, pues en algún momento deberemos enfrentar algún inconveniente y si estamos preparados para todo será más fácil salir adelante.
Me considero una maestro duro y exigente, que busca poner trabas a los niños para hacerlos más capaces y competentes, mas por necesidad que por gusto. Mi vida personal me ha enseñado que si la vida no te exige no eres capaz de superarte y entre más dificultades enfrentes maduras más rápidamente.
El trabajo me ha ayudado a sentirme una persona más útil y realmente satisfecha con el trabajo que realizo, el incentivo económico me permite tener una vida estable. Lo estudiado y vivido cada día me da más armas para educar a mi hijo. En la sociedad el lugar que se me ha dado es de respeto y confianza, además de que muchas personas me demuestran estima.
Los éxitos más grandes que he tenido profesionalmente es cuando los alumnos demuestran lo aprendido ante las personas (en concursos, festivales, exámenes) donde siempre hemos sido de los mejores, aunque a veces no los primeros, pero eso habla muy bien de nuestro trabajo.
Todavía me falta mucha preparación y ser más competente, pues cada día la exigencia hacia el trabajo es mayor, no puedo descansar ni hacerme el desentendido, debo ser abierto al aprendizaje y darme cuenta de las debilidades que poseo, por ejemplo:

·         El trabajo en equipo
·         El conocimiento de algunas estrategias educativas
·         La cooperación con padres de familia
·         La realización de trabajos manuales
·         Ser más ordenado en la documentación
El autoanálisis es una herramienta indispensable dentro de la práctica docente con el fin del mejoramiento, para ser mejores maestros y brindar una educación con una mayor calidad y por tanto más integral para los alumnos.

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